Por Josué Masís Abarca
Para quienes pasamos por la carrera de Dirección y Administración de Empresas, y en algunos casos para quienes estuvimos en el curso de Administración de la Seguridad, en Investigación Criminal, hablar de FODA nos va a resultar muy familiar.
FODA, acrónimo derivado de las iniciales de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas, ¿verdad que suena sencillo?, y es básicamente aplicárselo a cualquier empresa o estructura para analizar y mejorar esos cuatro aspectos, pero… ¿has pensado que vos mismo podés aplicarle un FODA a tu vida para aclararte las ideas y replantearte el camino que querés seguir?
En algún momento de nuestra vida hemos experimentado esa sensación de confusión, sea en nuestro ámbito personal, o en la U, y nos preguntamos ¿qué estoy haciendo de mi vida?, ¿esto es lo mío?, ¿estoy bien?, y ahí es donde entra el famoso FODA.
Si te ponen una prueba, un trabajo, o lo que sea y sentís que no podés hacerlo, entonces talvez sea hora de ver tus fortalezas, en qué sos realmente bueno y cómo podés abordar lo que tengás en frente explotando tu potencial, y de paso vas descubriendo tus oportunidades para surgir, y cómo hacer las cosas de la manera más eficaz, eficiente y efectiva y que podamos salir ganando. Si no perdés la conciencia de que tenés debilidades, tomalas en cuenta y evitá a toda costa que esas debilidades te hagan rendirte, al contrario, tomá las enseñanzas que te pueden dejar las circunstancias y corregí esos puntos débiles, y por último visualizá serena y maduramente tus amenazas, que pueden estar en vos o en tu entorno. Por ejemplo, esos hábitos que te distraen y no te aportan nada, esas amistades o relaciones tóxicas, los ambientes en que te desarrollás, pueden ser amenazantes para tu vida personal o profesional, pueden acrecentar tus debilidades, restarte oportunidades, y traerse al suelo tus fortalezas.
Entonces el FODA puede ser parte de tus soluciones para ser exitoso en lo que hagás.
¡Hacéle números!
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