Por Juan Carlos Jiménez Vega
La población habitante del territorio costarricense se ha visto expuesta a ocultar su criterio o recibir ataques, insultos e incluso amenazas por asumir una posición ideológica.
Ya lo decía aquella frase “en la mesa no se habla de política, ni religión”, sin embargo, cabe mencionar que ha trascendido el espacio de la mesa a cualquier otro lugar donde se pueda hacer uso de la palabra, pero... ¿Es esto congruente en un país que goza de libertad de expresión en su fuente super primaria de actos de producción jurídica?
Como costumbre intrafamiliar es absolutamente respetable, pero como derecho a la libertad de expresión en un país garantista, como Costa Rica es un derecho y como tal, se le brinda la facultad de ejercerlo a quien lo quiera, no normalicemos el recibo de temor al manifestar cualquier parecer.
Lo cierto es que el uso, goce de este derecho, implica una transgresión a la integridad, de manera casi de que automática, pues me remito a los comentarios de cualquier tema que genera polémica, gritos u ofensas en recintos hasta del nivel del primer poder de la república.
El ser humano es social por naturaleza, por ello la razón de tener preferencias de cualquier carácter, responden a un sinnúmero de variables, por ejemplo, muchas veces el entorno de crianza nos forja una realidad, de manera que conforme vamos creciendo, conocemos distintas realidades, lo que nos permite cambiar constantemente de percepción.
Hoy compartimos la era de la digitalización, donde el acceso a la información se da de manera masiva, resaltando figuras como las “fake news”, que tergiversan los contenidos.
Por ello es que a usted amigo, amiga le invitó a someter a un análisis de coyuntura, el espíritu de los mensajes que a sus bases de datos mentales llegan, pues en muchas ocasiones la ausencia de brillantes ideas, dan cabida a los populistas a influenciar al pueblo de falsas informaciones con sus opiniones.
Y los medios de comunicación hoy se inundan de opiniones, pero entendiendo el término opinión, como lo menciona F. Pacheco “Las opiniones son el producto de una intuición sobre la que no se reflexiona y no pasan de ser una suposición sin comprobar.”
Ante la gravedad de la situación, sin importar, el tema compartamos nuestros criterios ojalá fundamentados, compartamos el conocimiento con respeto, con la diplomacia de llegar a disuadir a través de asideros intelectuales y no de insultos ni amenazas; respetemos las preferencias e ideologías de nuestros cohabitantes. Honremos a Costa Rica, país donde es posible pensar diferente.
La violencia jamás será el medio, la uniformidad ideológica seria aburrida, la autocrítica nos obliga a mejorar pero utilizando el diálogo como único instrumento transformador.
¡Viva Costa Rica, libre de expresión!
Sobre el autor: Juan Carlos Jiménez Vega es egresado de la carrera de Investigación Criminal del CUC y estudiante de Derecho en la Escuela Libre de Derecho, exrepresentante estudiantil ante el Consejo Directivo del CUC y actualmente Vocal del Centro de Estudios Democráticos de América Latina (CEDAL).
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Comentarios
Ivannia
Es muy ciertas tus palabras tenemos derecho a la libre expresion, pero hay muchos que la usan de mala manera.